¿Qué es preferible? ¿Darle a la gente lo que quiere o hacer que la gente lo quiera? La gran diferencia es muchas veces la seguridad en lo que uno tiene que ofrecer.
Microsoft decidió en un momento ofrecer innovación al eliminar el botón clásico de inicio, pero al ser una compañía un tanto “cuadrada” la gente no esperaba un cambio así y no se sintió a gusto, no es que estuviera mal su iniciativa ni que fuera descabellada, pero rompía con el estilo de la empresa fundada por Gates… y al parecer eso es lo que buscaban, ser un poco más “cool”, en una época en que la competencia (Apple) ganaba adeptos por hacer cosas que nadie esperaba.
Todos recuerdan a Steve Jobs diciendo que los días de Flash estaban contados en la web, y muchos se sintieron (o nos sentimos, me incluyo) agredidos por tal aseveración… Pero que verdad había en sus palabras. Seguramente mucha gente lo tildó de loco y de soberbio por decir que una de las tecnologías más usadas para hacer páginas web ya no era necesaria, pero el tiempo (y un empujoncito por parte de Apple) le dio la razón.
Microsoft tenía en sus manos algo parecido y quizá hasta más controlable en sus manos, que era un refresh en la interfaz de uno de sus productos estrella, cambiar la forma de manejar Windows por un sistema de azulejos eliminando el botón de inicio clásico, fue arriesgado y muy criticado, pero se arriesgaron, un logro para una empresa un tanto conservadora, y ahora, la empresa de Redmond prefirió no arriesgar y regresar al método clásico.
Y es que ser arriesgado no es para todos, la mayoría preferimos la comodidad de lo conocido, se ha visto muy claro en ejemplos básicos como los cambios de diseño en redes sociales. Hay que recordar la lluvia de críticas que recibió Twitter con sus primeros cambios, y ni que decir de los ajustes de Facebook, donde todos se quejaron diciendo que era mejor antes, pero al final los humanos somos animales de costumbres, y es necesario un par de días para que nos ajustemos al nuevo entorno y los reclamos desaparecerán.
Este paso hacia atrás de Microsoft quizá no sea muy criticado por el público en general, tal vez hasta sea aplaudido, pero en una opinión muy particular Microsoft ha mostrado debilidad e inseguridad, el miedo de perder lo ganado fue mayúsculo y es que es difícil arriesgarse cuando tienes tanto que perder.
Apple se fortaleció por la visión arriesgada de Jobs, pero Jobs no está más y se ha notado, Microsoft tenía la oportunidad de dar un paso al frente y mostrarse audaz, pero se ha retractado en Windows 8.1 y ha preferido dar ese mismo paso hacia atrás.